Línea expresiva

Sibilas
Por Germán Rubiano Caballero
A lo largo de toda su carrera Ángel Loochkartt se ha expresado como pintor y dibujante. Según cuenta el propio artista, en ocasiones necesita pintar, y, en otras, no puede expresarse sino a través del dibujo.
Estas últimas obras nunca pueden considerarse trabajos previos para sus pinturas. En la mayoría de los casos son dibujos absolutamente terminados en los que el artista ha concentrado, en el medio más adecuado, una idea plástica que lo obsesiona.
Tal es el caso de la serie "Escalera Arriba" que ha sido realizada en los últimos meses. Ángel Loochkartt no tiene palabras suficientes para describir la extraña aparición que tuvo a comienzos del año en un hotel de Bogotá. Una figura femenina sui generis invadió con su tremenda humanidad, su presencia estrafalaria y sus ademanes teatrales el "lobby" del hotel. Por lo menos así lo atestigua el artista. Una mole gigantesca de carne bien alimentada, envuelta en sedas y pieles, pletórica de joyas y afeites, se Pavoneó durante varios días, por aquella zona de circulación tan aparatosa como impersonal. Sobre la alfombra roja, en las escaleras o en el rellano, "Sibila" hizo gala de su poder y de su ociosidad. Loochkartt la siguió embelesado. A riesgo de ser con fundido con un ladrón que estuviera pendiente de sus pasos, el artista la auscultó durante muchas horas. Al principio sin ayuda de papel y lápiz, luego con la mayor desfachatez, haciendo apuntes en un cuaderno. "Sibila" siempre lo miro con displicencia pero, tal vez, por Loochkartt (aunque el no lo crea) exageró los ademanes, y jamás salió del hotel.
De los muchos bocetos que realizó con su modelo extraordinario, Ángel Loochkartt presenta en esta exposición una selección de sus numerosos dibujos de la serie "Escalera Arriba: Digamos que soy Sibila y que el ocio me fascina”: En estos trabajos es sobresaliente la línea expresiva que no solo logra captar la figura descomunal en sus poses y gestos característicos, sino que enfatiza la teatralidad de un personaje fofo, símbolo o prototipo de una sociedad ávida y decadente.